A partir de esta investigación, es evidente que niños centroamericanos y sus familias continuarán a huir de sus hogares hasta que puedan vivir sus vidas sin el temor constante de la violencia, ejercer sus derechos sin represalias y tener acceso al trabajo decente, todo lo cual requerirá cambios concertados en las políticas en Estados Unidos y Honduras. La delegación espera que las conclusiones y recomendaciones de política contenidas en este informe contribuyan a una reorientación de las prioridades de la política en la región, y un día más brillante para los trabajadores de América Central.