La inhabilidad del presidente de la Cámara Baja, John Boehner, para dirigir a su partido y hacer lo correcto en la reforma migratoria es inaceptable. Después de un año desde que prometió públicamente aprobar una reforma migratoria amplia, ni él ni su partido han podido demostrar haber hecho algo.
Es increíble que Boehner encontrara tiempo dentro de la ajetreada agenda legislativa para traer un voto al plenario y aprobar con una votación casi unánime del partido republicano un proyecto de ley creado por Steve King que deportaría a los jóvenes Soñadores (DREAMers). Eso sería por un año entero. Los republicanos no han hecho nada para detener la crisis de las deportaciones y de la separación de familias, ni para parar con la explotación de trabajadores, ni para crear una vía a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes y sus familias que son estadounidenses de todas las maneras menos en papel.
Está claro, visto por esta decisión de Boehner, que una minoría de representantes republicanos de la Cámara Baja tiene el poder y que están deteniendo la solución para uno de los problemas de más urgencia para nuestra nación. Si el proyecto de ley bipartidista HR15 es presentado en el plenario de la Cámara, no hay duda de que sería aprobado.
La AFL-CIO no se dará por vencida en esta lucha hasta que el Congreso de EE.UU. apruebe una reforma migratoria amplia. Si los republicanos de la Cámara Bajo que están bajo el liderazgo de Boehner continúan bloqueando el camino, nosotros nos aseguraremos de que el Partido Republicano pague un precio en las urnas por ignorar la creciente comunidad inmigrante de Estados Unidos.
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