El Día de los Trabajadores Caídos (Workers Memorial Day) nos une para recordar los sacrificios que tienen que hacer los trabajadores para alcanzar el Sueño Americano. Ningún trabajador debería morir por hacer su trabajo. Cada uno de los 150 trabajadoras y trabajadores que mueren cada día ya sea por lesiones o por alguna enfermedad causada por su ocupación es un recordatorio constante de los peligros que muchos enfrentan en sus lugares de trabajo.
Como un minero de tercera generación, he vivido personalmente esos peligros, y sé el dolor que sienten las comunidades cada vez que fallece uno de nosotros.
Mientras recordamos aquellos que han fallecido en nuestros pensamientos y oraciones, deberíamos dedicarnos a responsabilizar a las compañías por poner las ganancias encima de las personas, y deberíamos demandar estándares de seguridad más fuertes en los lugares de trabajo.
Se han hecho avances en todos estos años para mejorar la seguridad para los trabajadores, pero nuestro trabajo no acabará hasta que cada trabajador – desde el campo hasta las fábricas – pueda trabajar con paz y tranquilidad en su lugar de trabajo.
Contacto: Gonzalo Salvador/Anthony DeAngelo (202) 637-5018